La casas de Xibalbá y la cabeza de Hunahpú: Hunahpú e Ixbalanqué entraron a la casa del frío, no murieron porque hicieron una fogata con leña. Los señores de Xibalbá esperaban que murieran, al verlos vivos se admiraron. Entraron a la casa de los tigres y a la casa del fuego, salieron ilesos. Entraron a la casa de los murciélagos "Camazotz", ahí Hunahpú fue decapitado. Ixbalanqué tuvo que colgar la cabeza de Hunahpú sobre el juego de pelota por orden de los de Xibalbá, mientras ellos se regocijaban por lo ocurrido. Ixbalanqué llamó a todos los animales y les dio a escoger su comida. La tortuga llegó de último, de repente, tomó la forma de la cabeza de Hunahpú, bajaron varios sabios del cielo para darle forma y al amanecer ya podía hablar. Los muchachos engañaron a los de Xibalbá en el juego de pelota y por fin los vencieron, pasaron por mucho pero no murieron.
Comentarios
Publicar un comentario