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Capítulos 1-4

 Origen de Hunahpú e Ixbalanqué:

Los señores de Xibalbá le querían dar muerte a Hun-Hunahpú y a Vucub-Hunahpú porque querían quitarles sus instrumentos de juego y sus joyas. Los humillaron y los engañaron para vencerlos y castigarlos. Sacrificaron a los dos, pero la cabeza de Hun-Hunahpú la pusieron en un árbol y al instante comenzó a dar un curioso fruto, Los señores ordenaron que nadie comiera de ese fruto. 

Una doncella, Ixquic, hija de Cuhumaquic, se enteró de la existencia de este árbol e insistió en irlo a ver y comer de sus frutos. Cuando iba a cortar uno, la calavera de Hun-Hunahpú se dirigió a ella y le dijo que si deseaba probar los frutos extendiera su mano derecha, ella accedió y la calavera le escupió en la mano, otorgándole su descendencia. Así fueron concebidos Hunahpú e Ixbanlanqué.

Cuando Cuhumaquic se enteró del embarazo de su hija, consultó con Hun-Camé y Vucub-Camé, ellos le dijeron que la interrogara, si ella se negaba a hablar, había que sacrificarla. La doncella le dijo a su padre que aún no había conocido varón, así que Cuhumaquic enfurecido la mandó a sacrificar. Cuando iban de camino a sacrificarla, la joven les explicó que lo que llevaba en el vientre se había engendrado el día que había ido a ver el árbol con la cabeza de Hun-Hunahpú, ella logró convencer a los mensajeros para que la dejaran vivir y fabricó un falso corazón con el fruto del árbol de la sangre. Los mensajeros, después de haber entregado a los señores el falso corazón, subieron a la tierra para servirle a la doncella. 

La doncella Ixquic llegó donde su suegra, la madre de Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú, abuela de  Hunbatz y Hunchoén. La anciana no creía que Ixquic cargara en su vientre la descendencia de sus hijos, Hunbatz y Hunchoén se enfurecieron al oír la noticia, pero al final terminaron aceptando a Ixquic. La anciana la envió a traer alimento, así que Ixquic fue a los maizales de Hunbatz y Hunchoén, pero ahí no había casi nada de maíz, entonces Ixquic invocó al Chahal para que llenara su red con maíz. Al volver con la red llena de maíz, la suegra de Ixquic comprobó que en realidad Ixquic era su nuera y que los que llevaba  el vientre eran sabios también.


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Capítulos 10 y 11

 La casas de Xibalbá y la cabeza de Hunahpú: Hunahpú e Ixbalanqué entraron a la casa del frío, no murieron porque hicieron una fogata con leña. Los señores de Xibalbá esperaban que murieran, al verlos vivos se admiraron. Entraron a la casa de los tigres y  a la casa del fuego, salieron ilesos.  Entraron a la casa de los murciélagos "Camazotz", ahí Hunahpú fue decapitado. Ixbalanqué tuvo que colgar la cabeza de Hunahpú sobre el juego de pelota por orden de los de Xibalbá, mientras ellos se regocijaban por lo ocurrido.  Ixbalanqué llamó a todos los animales y les dio a escoger su comida. La tortuga llegó de último, de repente, tomó la forma de la cabeza de Hunahpú, bajaron varios sabios del cielo para darle forma  y al amanecer ya podía hablar.  Los muchachos engañaron a los de Xibalbá en el juego de pelota y por fin los vencieron, pasaron por mucho pero no murieron. 

Capítulos 6 - 9

 Los señores de Xibalbá: Hunahpú e Ixbalanqué fueron a jugar pelota a la vieja cancha donde jugaban sus padres. Los escucharon los señores de Xibalbá, molestos, enviaron a sus mensajeros donde la abuela de los muchachos, invitando a Hunahpú e Ixbalanqué a un juego de pelota para deshacerse de ellos como hicieron con Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú. Ixmucané, la abuela de los muchachos, se preocupó mucho, envió a un piojo a llamar a los muchachos y transmitirles el mensaje. Al piojo se lo tragó un sapo, Tamazul,  al sapo se lo tragó una culebra, Zaquicaz, a la culebra se la tragó el Vac, un gavilán, hasta que llegaron al juego de pelota. Los muchachos le dieron al Gavilán con la cerbatana, le lastimaron el ojo pero lo curaron. El gavilán vomitó a la serpiente, la serpiente al sapo y el sapo no podía sacar al piojo porque le había quedado entre los dientes. El piojo les transmitió el mensaje a los muchachos y ellos regresaron donde su abuela a despedirse, pero antes de irse cada uno...

Capítulos 12 - 14

 La muerte de Hunahpú e Ixbalanqué: Hunahpú e Ixbalanqué llamaron a dos adivinos, Xulú y Pacam, para instruirlos en lo que tenían que decir cuando los llamaran los señores de Xibalbá. Los muchachos ya conocían como iban a morir, quemados en la hoguera. Instruidos por Hunahpú e Ixbalanqué, Zulú y Pacam dijeron a los de Xibalbá que molieran los huesos de los muchachos y los tiraran al río. A los cinco días los muchachos reaparecieron en el río, con forma de hombres-peces. Se hicieron pasar por simples bailarines de mal aspecto, Los de Xibalbá se interesaron en ellos y los mandaron a llamar, los muchachos tenían el poder de matar y resucitar, Hun-Camé y Vuhub-Camé terminaron pidiéndoles que lo intentaran con ellos, pero los muchachos los sacrificaron y no los resucitaron. Los demás señores salieron  mm corriendo al ver muertos a Hun-Camé y a Vuhub Camé, huyeron a un barranco donde los atacaron las hormigas. Solo así pudieron ser vencidos finalmente los de Xibalbá. Entonces Hunahp...